A la hora de someterse a un tratamiento estético como el de la micropigmentación de cejas, las preguntas que nos invaden el cerebro son: ¿qué forma de cejas me favorece? ¿Me quedará bien? ¿Mi rostro parecerá distinto? ¿Me favorecerá el resultado final?
Estos son solo unos de los interrogativos más comunes y del todo normales.
Estudio del rostro
Antes de empezar el tratamiento, el cliente será atendido por una experta que le aconsejará la forma que mejor se adapte a su rostro y, teniendo también en cuenta las peticiones y los deseos del cliente, se llegará a elegir el diseño de cejas final.
Los consejos de nuestros profesionales se basan sobre estudios de visajismo o visagismo. Esta técnica consiste en aplicar el maquillaje permanente teniendo en cuenta las líneas del rostro y el modelo facial del cliente.
Todas las partes del rostro tienen que tener una proporción agradable y habrá que definir la forma de rostro «perfecta» para el cliente para poder aplicar las técnicas de visagismo a través de la micropigmentación.
Es muy importante considerar las proporciones geométricas, la longitud de la nariz, la distancia entre los ojos y la altura de la frente.
Para que el resultado sea armónico, hay que saber medir las líneas faciales, el volúmen y las formas que se consideren aptas al rostro en cuestión.
Gracias a estos estudios, el resultado final será completamente satisfactorio y de gran calidad.
¿Qué influye en el estudio del visajismo?
A la hora de llevar a cabo el estudio de visajismo con el cliente, es muy importante considerar todas las formas y tipos de rostros; cada rostro se diferencia por una específica forma geométrica, como: rostros alargados u ovalados, rostros redondos, rostros con forma de triángulo invertido y rostros cuadrados.
Para cada forma de rostro se pueden favorecer unas líneas trabajando con la micropigmentación en distintas zonas.
Por ejemplo, al trabajar con un rostro cuadrado, caracterizado por líneas muy marcadas, y por una forma ancha, se intentará suavizar su aspecto duro maquillando y recreando unas cejas con densidad ascendente y sin angulosidades evidentes, y definir los labios en forma de corazón para conferir un aspecto más redondo.
Al revés, para un rostro redondo y más ancho, habrá que trabajar con líneas más duras y redefinir las cejas confiriéndole un aspecto más marcado y alargar la línea de los ojos para que la mirada se vea más abierta y/o más felina.
Con un rostro de diamante, se tendrá que dar profundidad a las cejas con líneas suaves y ascendentes con el punto álgido hacia fuera y los ojos se tienen que maquillar con una forma más redondeada para que parezcan más grandes.
El rostro ovalado, según el visagismo, se considera el rostro con la forma perfecta, por su equilibrio de formas. No necesita ningún tipo de corrección especial pero se puede donar luminosidad y crear una definición de cejas angulosa, ascendente o suave según el gusto personal del cliente.
Con un rostro triangular, la micropigmentación tendrá que donar un efecto alargado: las cejas tendrán que ser lo más rectas posibles con un punto de altura preferiblemente exterior.
Mientras que con un rostro de triángulo invertido, o mejor conocido como rostro de corazón, las cejas tendrán un punto de altura hacia el centro y no deberían de ser maquilladas con una forma demasiado angulosas para dejar el protagonismo a los ojos a los que se le donará un aspecto más redondo.
Ventajas de la micropigmentación
A través de la micropigmentación se utilizan distintos tonos de maquillaje permanente para compensar la profundidad o el relieve conferido por los distintos tonos aplicados: color oscuro en las zonas a las que queramos dar mayor profundidad y colores claros a las que queramos añadir luminosidad.
Fundiendo esta técnica de maquillaje permanente con los estudios de visajismo, se logran recrear las zonas de sombras y de luz confiriendo al rostro un colorido muy natural y un aspecto sano.
El resultado será el fruto del perfecto equilibrio entre los rasgos faciales, tanto a nivel geométricos que a nivel de tridimensionalidad.
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¿Cuánto cuesta una sesión?
Aunque estamos hablando de maquillaje permanente, en realidad los pigmentos se desvanecen con el tiempo. Por lo tanto, el resultado no es irreversible. Le recomendamos que realice una sesión de mantenimiento cada 12 a 18 meses. Por supuesto, como acabamos de ver juntos, esta es una indicación simple y depende tanto de la técnica utilizada como de su piel.
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